lunes, 15 de noviembre de 2010

Alicia toma té

Los vestidos están sucios,
los colores se destiñen lentamente en sus ojos.

Juguetes se agrandan y achican
saltan entre sus mareos interminables.
Luces corren de un lugar a otro
escondiéndose de su mirada.

El frenesí del movimiento y el sonido
no la dejan en paz.

Las muñecas desarman sus sonrisas,
los osos pixelan la habitación.

Esos son los resultados
de la hora del té,
acompañada de azúcar flor
y estampillitas de colores.