domingo, 30 de marzo de 2014

I can't forget it, though I've tried

Siento el frío en la planta de los pies y en la punta de los dedos. Quisiera detener el frío, pero es díficil cuando avanza tan rápido como los días que siguieron a tu partida. Ya ha comenzado el otoño, el frío no se va y pronto vendrán las lluvias a precipitarse sobre mi cabeza. No puedo sino hacerle preguntas al espejo, a los vagones del metro, a la gente que no me mira. Preguntas inútiles por cierto. Preguntas que ya han sido contestadas. Se llena de humedad mi piel, siento crecer poco a poco el musgo debajo mi ropa. Podría recriminarte que no sabes siquiera un poco cómo se siente eso, pero el musgo que encontré sobre toda tu piel era demasiado antiguo como para tener el valor de averiguar qué hacía ahí. Me gustaría decirte algunas palabras, no hago más que hablar sola. Desearía contarte un par de historias agolpadas en mi garganta que urgen por salir. Sin embargo, quisiera aún más escucharte, aunque no dijeras absolutamente nada. Escuchar tu silencio apenas. Hace tanto que no sé ni yo de ti, ni tú de mí. Ahora conozco el nombre de cada fase de la luna y puedo distinguir a Orión entre todas las estrellas. Imagino cuanto te agradaría saber eso. No hago más que imaginarte. Hablar de ti en cada lugar donde no estás.


I just replay it, over.

martes, 25 de marzo de 2014

"Y si hay que partir, partimos. Y si hay que luchar, entonces lucharemos hasta el final."

Mi papá hablando sobre la muerte.
Todos los días me detengo un momento a recordarla con cuidado, cada detalle, cada línea en sus manos partidas, cada mancha en sus piernas moreteadas, cada estría en su estómago de madre, puedo dibujar un mapa sobre ella en las paredes, pintar su rostro en cada hueco, en cada mueble, sin lavarme nunca las manos manchadas de óleo, allí está, la veo pequeñita entre mis dedos y la acuno como niña.
Todavía creo que anda por ahí, escondida debajo de la alfombra o detrás de las cortinas, puedo sentirla palpitar dentro de una tetera, escuchar su voz de sauce entre las plantas, pero no, no está, por más que lo crea.



domingo, 23 de marzo de 2014

"Ninguna de las dos tiene nada que decir; tú, porque no te comunicas, y yo, porque no escondo nada"

Jane Austen, Sensatez y sentimientos

miércoles, 19 de marzo de 2014

DESPEDIDA

me recuesto en la cama
mirando el techo

estas murallas
llenas de papeles adhesivos
escritos
tachados

abro
y cierro los ojos
encegueciéndome
con la luz de la ampolleta

salgo y entro al pasado
sin deseos de hacerlo
como un efecto
de esta despedida
que no tengo deseos
de perseguir

estiro un brazo
y observo mi mano
su aspecto
no es el que recordaba

una mano huesuda
venosa
los dedos engarfados
las uñas amarillas
tres nudillos rotos
el temblor intermitente
del alcohol
y la abstinencia

no tengo deseos
de jugar en la oscuridad
solo quiero estar aquí
observando
mi mano

las citas y fechas perdidas
que alguna vez
me comprometí a cumplir
y que dejé abandonadas

quiero dormir
hasta el día siguiente
sin despertar con resaca
con los ojos pegados
por la pintura negra
y los labios quemados

ya no quiero 
estar en batalla 
conmigo misma 
tan sólo quiero 
no levantarme de la cama 
descansar 
de estos últimos años.



Gladys González (del poemario "Hospicio")

lunes, 17 de marzo de 2014

Reptar, los discos viejos, las fotos en la calle, el Mapocho, las escaleras, el 8vo piso, el techo, los gatos, el parrón, el Forestal, el jardín, la pileta, las botas rojas, los zapatos de colegio, Santa Lucía, San Isidro, Santa Rosa, el Euro, el 3er piso, los monos chinos, las canciones en inglés, las películas buenas, la lluvia en la ventana, las hojas del cuaderno, las cosas sin terminar, las que nunca se hicieron, las conversaciones largas, sentarse en el pasillo, sentarse en la escalera, sentarse en la pileta, con audífonos, sin audífonos, las cámaras, la voz en off, los libros, los libros, los libros, la bibliotecas, las tiendas de ropa, de música, de vinilos, las ventanas, las ventanas de los edificios, las siluetas de las ventanas de los edificios, las carcajadas, los secretos, los placeres culpables, las cosas nuevas, las cosas no tan nuevas, los posters, el salón de teatro, las micros, el furgón, el despertador, las fotos malas, las fotos de los pies, las fotos del pasto, las fotos de los peces, los peces, los canarios, las catas, el sol, los naranjos, el almendro, el pomelo, correr en la calle, no salir a la calle, encerrarse en la pieza, no cerrar la puerta, los días largos, las escapadas antes de almuerzo, almorzar en el parque, en cualquier parque, caminar harto, caminar siempre, andar en bicicleta, andar en metro, hablar con desconocidos, los caminos, las rutas, las avenidas, las peleas, los reencuentros, los encuentros, la pelota de volleyball, los columpios, los resbalínes, la hora, el día, siempre de día, el insomnio, los diarios, el insomnio, la lectura, la puerta que se abre sola, el 2do piso, los plumones, los dibujos, el tiempo que no vuelve, no vuelve, no vuelve.

sábado, 8 de marzo de 2014

Este es el único poema
que soy capaz de leer.
Y sólo yo
puedo escribirlo.
Otra gente parece creer
que el pasado puede guiarles.
Mi propia música
no está solamente desnuda.
Está abierta de piernas.
Es como una mujer.
Y como mujer tiene que ser orgullosa.
Yo no me maté cuando las cosas me fueron mal.
No me dediqué
ni a las drogas ni a la enseñanza.
Intenté dormir,
pero cuando vi que no podía dormir
aprendí a escribir,
aprendí a escribir
cosas que pudieran ser leídas
en noches como ésta
por gente como yo.



L. Cohen