domingo, 27 de marzo de 2011

Diálogo con Huidobro

Dame el secreto para obtener mi paracaídas,
dejarme caer en lo desconocido del cielo
y buscas tus huellas para conocer el dulce poema concebido.
Mi esperanza queda en tu que será,
en lo que nunca es, pero debiera ser.
Dame el placer de secar mis cabellos con tu poesía
y quitame la agonía de haber perdido el ensueño.
Me enveneno dulcemente en tu aire manchado de sangre.
¿Merezco un paracaídas como imán del abismo?.
Espero la celestía en el equinoccio de tu nacimiento.
Quiero caer.
Planeo caer.
Sin pensar en qué caeré.
Sólo caer por caer cayendo en lo caído de las caídas inequívocas de mi vida.

Ella respira agitada

Ella camina a lo largo del parque
sigue respirando agitada,
el vidrio decide quedarse en sus ojos.
Ella necesita gritar,
quiere correr y esconderse entre los árboles.

No volverá,
navegará por la ciudad,
se emborrachará con los faros
y olvidará el dolor.

Más siempre se le pasa,
es sólo la locura que se esconde entre suspiros.
El tiempo la pondrá en otro lado
y el vidrio dejará correr las lágrimas.

Ella sigue su camino a lo largo del parque.