lunes, 29 de agosto de 2011

Cortometraje "Père-Lachaise" del director Wes Craven en la película "Paris, je t'aime"


Una pareja va caminando por el cementerio Père-Lachaise de París.
- ¡Es tan hermoso!.
- Un montón de tumbas.
- Pero de personas increíbles. Chopin... Sarah Bernhart... Proust...
- (La interrumpe) Personas muertas.
- Te enojas que estemos aquí.
- Hay tantas cosas que debemos hacer.
- ¡Estamos de vacaciones!.
- De luna de miel. Deberíamos estar cenando ¡En un tres estrellas!
- Nos casaremos dentro de un mes. Creo que es por aquí.
- Acordamos que esta sería nuestra luna de miel. No tendremos lugar en nuestra agenda por los próximos 6 meses.
- Tu agenda. Tú aceptaste ese trabajo.
- Dijiste que podía.
- Si vamos a casarnos, debes saber cuándo miento. Es lo básico.
- ¿Tú me mentiste?.
- No en el mal sentido.
- ¿Sólo me dices buenas mentiras?.
- Las mejores.
- ¿Me amas?.
- Por supuesto que sí.
- ¿Cómo sé que me dices la verdad?.
- Esa será tu tarea para hoy.
- Te creo.
- Hazme reír de vez en cuando, y todo irá bien.
- ¡Pero yo nunca soy divertido! Me lo dijiste hoy en el Louvre.
- Lo que se dice en un museo nunca es en serio.
- Para mí todo es en serio. Es un mundo serio. Nunca hice reír a nadie.
-Siempre hay una primera vez. Debería ser por aquí... ¡Allá!.
- Eso es... horrible.
- Eso no es divertido.
- Oscar Wilde. ¿Por qué querías ver esta tumba en particular?.
- Porque él me hace reír.
- Sigues con eso del humor.
- ¿Sabes cuáles fueron sus últimas palabras?
- ¿"Entiérrenme bajo algo horrible"?.
- Estaba en su lecho de muerte... en un hotel barato. Detestaba la decoración, pero no tenía dinero para irse. Justo antes de morir, les dice a sus amigos... "o se va este empapelado, o me voy yo".
- (Señalando cientos de marcas de besos sobre la tumba) ¿Qué son esos?.
- Gratitud (Besa la tumba).
- No puedo creerlo. ¿Quién sabe dónde estuvieron esos labios?.
- No puedo casarme contigo.
- No estaba hablando de tus labios.
- No, no puedo. ¿Una vida sin risa?.
- ¿No quieres casarte conmigo porque no te hago reír? ¿Qué esperas de un marido? ¿Payasadas?.
- No. Ligereza.
- Tomaré un curso de levedad luego de nuestra boda.
- Eso no sucederá.
- ¿Amenazas con abandonarme?.
- ¡Mantengo todo lo que dije hoy en el Louvre!.
- Lo sabía.
- ¡Eres siniestro! ¡Merezco alguien con espíritu, un poeta!.
- ¡Encuentra una cabaña, sé espiritual y muérete de hambre!. ¿Sabes qué? ¡Estaré mejor sin ti!. (Se cae) Estoy bien, estoy bien.
De pronto, aparece Oscar Wilde sentado en una silla.
- De hecho no lo estás. Si la dejas partir... morirás. Y la muerte del corazón... es la muerte más horrible que existe.
- (Corre hacia su novia) ¡Frances! ¡Frances!. (La besa) Lo siento. Soy un idiota. No quise entristecerte, ni decepcionarte. Sólo puedo decir que... Los amigos te apuñalan por delante.
- (Asombrada) ¿Qué dijiste?.
- ¿Cómo puedes ser feliz con un hombre que trata como un ser humano común y corriente?.
- ¡Esas son mis frases favoritas!.
- Ya lo sabía.
- Sabía que tenías eso en ti.
Oscar Wilde se despide de él y desaparece.
- Lo siento. Volvamos a nuestra habitación. Te haré reír.