lunes, 28 de mayo de 2012

"Cuando yo no era Blue" de Valentina Ascencio Altamirano



Capítulo I

Cuando yo no era Blue, también ladrada. No tanto. Pero me fascinaba el perro que asustaba a la vecina, que le roía las bolsas de supermercado. Quise hacer lo mismo  pero no me resultó de igual manera. Terminé frente a un psicólogo que me miraba con pena. Yo no tenía pena, tenía sueño.
Mamá estuvo toda la noche parloteando sobre la vecina, ni me dejaba leer papelucho. Ella no entiende nada, cree que todos debemos ser como las personas, nadie quiere que yo imite a los perros.  El psicólogo tenía un lápiz gracioso, de esos que llevan mis compañeras al colegio y que presumen frente algún niño estúpido (son todos los hombres estúpidos, menos mi papá). Parece que hice una mueca y el psicólogo guardó el lápiz enseguida. Es de mi hijita, se disculpó. Parece que los adultos no quieren que imite a los perros, pero son malos, no quieren imitar a los niños tampoco,  pero si quieren que nosotros los imitemos a ellos. Yo no quiero.
¿Por qué  ladras, niña? Porque siento que el Copito se apodera de mi garganta y me hace gritar por él, mientras toma agua en el pocillito de metal. Él no quiere a la vecina y yo tampoco, por eso ladro.