miércoles, 25 de junio de 2014

río abajo

Papá, me pusiste en la cesta
y sigo río abajo 
(nada más que limo en las orillas,
pequeñas hogueras a veces,
en los ojos de quienes esperan
ver pasar un cadáver).
el mimbre está hinchado, padre,
mordido
por criaturas más rápidas que la vista,
indistinguibles de los altos pajonales
en los que me interno 
siempre que el río muere.
(mientras espero
soy igual a esos seres
sin ojos, con oído apenas
para el constante latido del agua
y su promesa).
nada más que limo en las orillas,
papá, a veces ropa
tirada por el suelo en familiar desorden,
como si de pronto
hubieses decidido acompañarme.


*Fabián Alberdi

domingo, 22 de junio de 2014

"Rechazaba la idea de formar parte de una raza, rechazaba la idea de aceptar una nación. Lo único que deseaba, y deseo todavía, era observar a la gente que lo hace. No tengo coraje para soportar el crimen que supone aceptar esas identidades, algo que ahora sé mejor que nunca. ¿No soy nada, entonces? No lo creo así, pero si no ser nada es una condenación, entonces estaré encantada de ser condenada."

*Jamaica Kincaid

miércoles, 18 de junio de 2014

Trenzaré mi tristeza

Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas,  que no se meta entre tus manos- me decía-  porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar  cuando el viento del norte pegue con fuerza.

Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.


Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña,  aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada  por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía,  siempre trenza tu tristeza…


Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.



*Paola Klug
Al igual que con otros aspectos del festival de Día de Muertos, las calacas son generalmente representadas como motivo de alegría en vez de figuras de pesar. Frecuentemente se les muestra luciendo trajes festivos, bailando y tocando instrumentos musicales para indicar una feliz vida en el más allá. Este aspecto proviene directamente de la creencia mexicana de que ningún alma muerta gusta de ser recordada como triste, y que la muerte debe ser un acontecimiento feliz.

sábado, 7 de junio de 2014

Seda

Le hizo daño oír, al final, cómo Hervé Joncour decía en voz baja:
-Ni siquiera llegué a oír nunca su voz.
Y al cabo de un momento:
-Es un dolor extraño.
En voz baja.
-Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.


*Baricco


domingo, 1 de junio de 2014

Pasaban los años, y la única persona que no cambiaba era la joven de su libro.

*Kawabata