miércoles, 28 de diciembre de 2011

"Reinvención" de Cecilia Meireles


La vida sólo es posible
reinventada.

Anda el sol por las campiñas,
pasa la mano dorada
por las aguas, por las hojas...
¡Ah! todo pompas
que vienen de hondas piscinas
de ilusionismo... — sin nada.

Pero la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada.

Viene la luna y retira
las cadenas de mis brazos.
Me proyecto a unos espacios
llenados de tu Figura.
¡Todo mentira! Mentira
de la luna, en noche oscura.

No te alcanzo, no te encuentro...
En el tiempo equilibrada,
del columpio me desprendo
que afuera del tiempo lleva.

Sola — en nieblas,
quedo: recibida y dada.

Porque la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada.


*Tradução de Anderson Braga Horta

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Letra de canción



iba tan tranquila por la calle
antes que
iba tan tranquila por la calle
sin saber
que vendrías tú

iba tan tranquila por la calle
antes que
iba tan tranquila por la calle
sin saber
que vendrías tú
con tu mirada
tu caricia
tu sonrisa
verdad

aunque tengas a otra pendiente
quiero verte más
y aunque sea físicamente
quiero verte más
aunque por una vez tenerte
quiero verte más

con manos empapadas
con mirada embobada
con el corazón latiendo
con el cuerpo resistiendo
basta que me des
sólo una vez
yo se que tú también
lo quieres

y aunque tengas a otra pendiente
quiero verte más
y aunque sea físicamente
quiero verte más
aunque por una vez tenerte
quiero verte más
más
más
más

serena, tranquila
yo hacía mi vida
antes que
llegaras tú
a tentarme
y
no te veo mirarme
a ti quiero entregarme
quiero
que me quieras de una vez
de una vez

aunque tengas a otra pendiente
quiero verte más
aunque sea físicamente
quiero verte más
aunque por una vez tenerte
quiero verte más
más
más

y aunque tengas a otra pendiente
tan sólo ver como te siente
yo ya quiero verte
más
y más
y más
y más



*Francisca Valenzuela

lunes, 19 de diciembre de 2011

Los tres chanchitos

Yo tenía una casita
con tres ventanas
y una puerta.
Las alfombras eran de pasto
los relojes tenían canarios aulladores.
De la tele salía lluvia
cosíamos nubes en las sábanas
la radio nos traía rayos de sol
y caravanas.
En el centro una mesa
dos sillas grandotas
dos sillas chiquitas.
Arriba una virgen de yeso
con discordia de pedestal
piecitos desnudos
llenos de rosas.
A la derecha un sillón
que daba almendras en verano.
A la izquierda un teléfono
que daba naranjas en invierno.

La reja era una gran cruz de madera.

Llegó un chanchito
intentó soplar mi casa
pero sólo se cayó la cruz.
Pusimos una reja de plumavit.

Llegó otro chanchito
hizo temblar la casa
nos ahogamos entre los cristales
de una lámpara
nos tragamos los tenedores
de la cocina
y con una pala de madera
salimos de entre los chinches y las arañas.

Llegó un tercer chanchito
pasó callado y midió con billetes
mi hogar dulce hogar.
Miró nuestro techo azucarado
y puso sal en mi única puerta.
Vino al otro día y habló con mi mamá,
Ay sí! Ay no! Al niño lo quiero yo.
que tu casita tan bonita
que esa tierra donde la tienes es mía
que por qué, que aquí no, que allá mejor
Ay sí! Ay no! Al niño lo quiero yo.
Mi papá temblaba.

Apareció otra vez el chanchito
venía con corona, cetro y capa de plumas.
Entró a mi casa:
rompió la puerta,
quebró las ventanas,
desplumó los relojes,
botó la virgen
le quitó sus rosas
y quemó las sillas.

Ay sí! Ay no! Ay no! Ay no!
¿Dónde está el niño que quiero yo?.



la cosa es simple
se cayó el telón
se acabó la obra
no quedaron líneas en el guión.
sólo un aparte imaginario
recitado como mantra
frente a unas sillas vacías



"Mientras más vivo, menos confío en las ideas y más en los pensamientos"
Louis Malle

martes, 13 de diciembre de 2011




Siempre me siento extraña porque nunca puedo seguir adelante así de fácil. La gente sólo tiene un romance o incluso relaciones completas, después rompen y lo olvidan. Siguen adelante como si hubieran cambiado la marca del cereal.
Yo siento que nunca pude olvidar a nadie con quien he estado, porque cada persona tenía sus características especiales. Uno no puede reemplazar a nadie. Lo que se perdió se perdió.



*Extracto de la película Antes del Atardecer

miércoles, 7 de diciembre de 2011

"La silla que nadie ocupa" de Mario Romero


La silla ha vuelto a ser una estructura vacía,
una forma en busca de su equilibrio,
como los cuadros que sobrevivieron a Mondrian
(viejecito extranjero en Nueva York).

El que se sentaba en ella
no va a volver
y la ha dejado aquí,
en medio del drama.

No es consolador pensar
que otros hombres la ocuparán,
aunque, efectivamente, otros se sentarán en ella.

Así es, Carriego. La gente
desaparece.
Y las sillas resisten como pueden.